#ElPerúQueQueremos

En defensa del electorado

Publicado: 2015-12-09

Gran parte del comentario político en el Perú consiste en criticar a los posibles electores de la opción que no nos guste. Así, en una casa fujimorista las mayorías que los han vencido en las elecciones por los últimos 15 años son “pro terroristas” o “ingratos que no recuerdan como estaba el país en 1990”; en una casa que tiende a PPK el comentario más común sobre el resto de peruanos son variantes de llamarlos ignorantes “por no votar por el mejor”, como si eso fuera obvio; ni que decir de los pocos votantes del Frente Amplio de Izquierdas que sólo disciernen entre ellos y “los neoliberales corruptos”. Curiosamente cuando uno habla de política lo más fácil es llegar al lugar común de que la gente siempre vota mal y está desinformada, pero es casi imposible encontrar a una persona que admita estar desinformada o haber errado en su voto.

La crítica al electorado, que en su caso más extremo ha sido llamada “electarado” por Aldo Mariátegui, es la variante más aguda de la antipolítica, puesto que ya no basta con criticar a todos los políticos, sino que también es preciso volcarse contra los otros ciudadanos. En la lógica individualista de la sociedad del consumo la esfera social queda reducida a la mínima expresión de la familia, amigos y compañeros de trabajo, quienes suelen tener opiniones parecidas a las nuestras, y todo aquel que escape de ese círculo es visto con sospecha y resentimiento, pues se asume que “ellos” son los culpables de los males del país.

Pero las encuestas reiteradamente nos hablan de otra realidad.

Todos los peruanos compartimos una visión común de cuáles son los problemas del país y estamos dispuestos a cambiar las cosas si es que hay reformas estructurales, desde conducir mejor “si todos lo hacen” hasta pagar más impuestos si significa mejores y eficientes servicios. El problema es que no queremos confiar ni en los políticos ni en nuestros vecinos, y nos refugiamos cada vez más en el ámbito privado de nuestros 200 o 500 amigos en Facebook (bloqueando a los que nos caen pesados) pensando que ellos son la sociedad.

El Perú no va a cambiar en una elección, pero sí podríamos intentar evaluar nuestro voto teniendo en consideración las razones de todos para que no vengan las típicas depresiones post electorales. Tengamos fe que ganará el candidato que inserte optimismo y confianza en el corazón de los peruanos.  


Escrito por

Luis Zaldívar

Antropólogo, consultor, activista


Publicado en

Malarabia

Gestión cultural, política, bohemia